Dr. José Prato
No puede ser sorpresa para nadie los avances tecnológicos, de carácter exponencial y disruptivo que se van produciendo día a día en el mundo y también en Uruguay, a pesar que muchos dicen que los cambios llegan a nuestro país treinta años después.
La realidad es que los cambios están llegando muy rápidamente debido, principalmente, a la globalización que invade todas las áreas de la vida humana.
“Las relaciones laborales uruguayas en el marco de avances tecnológicos exponenciales”
Y esa nueva situación debería aparejar cambios en las relaciones laborales:
pensemos en los cambios en la industria donde la tecnología y robotización comienza a desplazar puestos de trabajo y a crear otros de mayor preparación; en el sector agrícola ganadero donde, por ejemplo, aparecen drones que arrean el ganado utilizando las voces de los peones o los ladridos de los perros; en el sector comercial donde se compra por internet, tanto en el Uruguay como en el extranjero y se recibe la compra en nuestra casa, sin necesidad de desplazarnos; en el sector de servicios donde aparecen fenómenos como AIRBNB que nos permite alquilar más barato (sin intermediación) y abonando por internet; UBER y, en realidad, el concepto de “uberización” del sector donde las apps van sustituyendo día a día alguna intermediación y nos acerca directamente al servicio que deseamos; en la educación, donde el formato a distancia ya está implantado y sustituyendo muy rápidamente a la clásica aula con presencia física en la misma; en el sector energético, donde la energía eólica y solar sustituyen a la generada por el petróleo y sus derivados.
Entonces, ¿qué hacer?, ¿a qué modelo de relaciones laborales nos enfrentamos en este nuevo mundo tecnologizado al máximo?
En primer lugar, y parecería obvio, deberíamos poner realmente el tema sobre la mesa y analizar, dialogar, recrear escenarios, etc…, entre todos los actores; de allí deberían salir insumos para las negociaciones tanto de rama como de empresa.
Ahora, y solo a modo de ejemplo con relación a cada uno de los actores laborales:
Parecería que el menos perjudicado podría ser el sector empresarial y, quizás, encuentre beneficios en este nuevo contexto, disminuyendo los costos laborales. Pero, seguramente uno de los escollos más importantes sea el obtener recursos humanos calificados para este nuevo escenario y otro, nada menor, cuanto menos sea el factor humano trabajador, menor serán los consumidores de los productos o servicios que se ofrezcan en el mercado.
Se podría avizorar como el más perjudicado al sector trabajador, en el sentido que se perderán muchas fuentes de trabajo que hasta el momento eran requeridas y que la automatización y robotización harán caer. Y, además, se presenta un gran desafío para los sindicatos que, seguramente, vean caer en forma drástica su masa de afiliados. Por ello, tendrán que repensarse y ver que estrategias podrán llevar a cabo en este nuevo escenario. Sin dudas, que la educación y formación serán claves en la reconversión de los trabajadores (quizás no todos) que el sistema vaya dejando fuera del mercado laboral.
El Estado debería jugar un rol muy activo, es más, debería ser un rol proactivo, llamando a las partes a analizar este nuevo mundo laboral y de qué manera él, como uno de los actores principales, llevar adelante políticas de formación, reconversión, de implementar nuevas formas y contenidos de la negociación, etc.
Sin dudas, un nuevo mundo en el que YA ESTAMOS y que requiere de dos elementos básicos para reposicionarse: INNOVACIÓN y MENTES ABIERTAS Y DESPREJUICIADAS.
Lo cierto es que parece una tarea bien difícil pero lograble, si TODOS los actores contribuyen en ella.
En el marco del mes de las Relaciones Laborales, ADPUGH desarrolló el pasado 25 de mayo una jornada denominada “ES POSBLE CREAR RELACIONES LABORALES EFECTIVAS ENTRE TODOS”. La misma se trató de un taller colaborativo con todos los actores de las relaciones laborales. Participaron representantes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, representantes del Instituto Cuesta Duarte PIT-CNT, delegados de los sindicatos de ALUR Paysandú y AGRO ALUR Bella Unión, como diversos profesionales de la Gestión Humana.
Entre todos y utilizando diferentes dinámicas de grupo, se analizó las variables influyentes en las Relaciones Laborales en Uruguay.